3 Claves para mirar los catálogos de juguetes con buenos o malos ojos

Tener hij@s nos obliga a desaprender para aprender junto a ellos y dar ejemplo. Podemos dar carpetazo a los esteriotipos o perpetuarlos con nuestro silencio.

Los catálogos de juguetes que llegan inocentemente estos días a nuestras casas, depositan granitos de arena que pueden convertir un vergel en un desierto si no ponemos límites, diálogo, dedicación y educación en el ambiente.

1.Un pasito hacia la igualdad y no discriminación

El domingo pasado me decía una señora: «quiero juguetes para una niña». Me quedé un poco ojiplática, porque para mi es obvio que los juguetes educativos no tienen género y están pensados para jugar con ellos tanto niñas como niños. Ese mismo día me enviaron las fotos del catálogo Toy Planet elogiado en las redes, cuyas fotos son las que encabezan este post.

Los peques no nacen con prejuicios hacia la comida y comer hormigas o no es un aprendizaje social de lo que está bien y lo que está mal. Con el rosa y el azul ocurre lo mismo. Nuestros peques no nacen eligiendo un color respecto a otro, es la sociedad y primeramente responsabilidad del padre y madre no darle importancia al color y si al valor educacional y gustos de nuestros hij@s.

La educación de los niñ@s empieza en cada casa, ellos hacen y dicen lo que ven y lo que oyen, y perpetúan los roles parentales.

¿A partir de que edad comienzan el juego simbólico e imitan lo que ven a su alrededor? Tenéis 2 años para abonar el camino si queréis que vuestros peques no participen del sexismo cultural que todavía palpita en esta sociedad y eso no solo se consigue a base de dar ejemplo, también es necesario el diálogo y el juego compartido con vuestros hij@s para sacarles de toda duda.

Me gustó un comentario que leí: «La hombría se trasmite a los hijos de otra forma, a través del respeto, de la educación en valores y del amor a las personas y no porque le pongas una camiseta rosa o azul. Es una pena que encasillemos a nuestros hijos desde pequeños. Es una pena que los niños pierdan experiencias educativas y personales por considerar determinados juegos o elementos de uno u otro sexo».

2. Un juguete educativo antes que cinco sin sentido

No menos importante es el tema de la abundancia de juguetes,  y el conseguir aquello que quieres sin esfuerzo. Si tu hij@ exige 10 juguetes, hazle ver que a ti también te gustaría tener 10 casas. Querer y tener  son dos verbos separados por un inmenso trabajo de por medio. El diálogo es el mejor antídoto y educar a la familia en hacer regalos controlados un ejercicio necesario de valentía.

 3. Valor educativo del juguete

Imagino a mis niñas dentro de unos años diciéndonos qué juguetes han pedido en estas fechas, mientras sobre mi cabeza aparece una nube de preguntas que deben ser chequeadas una por una.

¿Es un juguete acabado donde no hay cabida a la imaginación y creatividad?

¿Puedo encontrar un objeto donde aplicar el juego simbólico y obtener el juguete pedido?

¿Es un juego que se pueda jugar en familia o con amigos?

¿Qué puedo aportar yo para sacar el máximo potencial al juguete?

¿Son juegos no sexistas y juguetes unisex?

Conclusiones 

En SlowFunKids creemos que el juguete por si solo aislado puesto en manos de los niños no cumple con todas las expectativas de desarrollo integral y por eso queremos ofrecer una guía con cada compra de como los familiares podemos con pequeños gestos mejorar la autoestima, la creatividad, la superación de retos, la resolución de conflictos, la resistencia a la frustración y la inteligencia emocional para ayudarles a ser las personas que desean ser.

Apoyamos toda iniciativa que vaya en la línea de desmontar el juego de rosa y azul y quiera aportar valor por encima de los colores que utiliza y creemos que evolucionar hacia el juego educativo es solo cuestión de tiempo.

 

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