Juguetes sensoriales y de estimulación
Tres elementos se ponen en funcionamiento al tocar un juguete: receptores sensoriales, sistema nervioso y corteza cerebral. Al tocar una superficie de acero con las manos o con los pies los receptores transmiten a través del sistema nervioso la sensación de frío y suave al cerebro que es la que interpreta y nos da la información. Si no tocaramos ningún objeto nunca más el cerebro no tendría con que comparar, no recordaría haber tocado de nuevo el objeto, y no asociaría sensaciones parecidas. El tener variedad de juguetes de diferente forma, textura y material consigue poner en ON a nuestro cerebro. Y lo mismo ocurre si golpeamos el objeto para escuchar el sonido, si lo chuperreteamos o si lo vemos desde distintos ángulos y posiciones.