Desde el domingo estoy en una nube de corazones ♥♥♥♥ y ahora os cuento por qué con una sorpresa al final.
Hace unos meses, empezaron a aparecer corazones de colores pintados en las columnas grises desde la salida a la A1 en Alcobendas, extendiéndose a Madrid y la M30. Siempre que los veo, y especialmente los domingos temprano de camino para montar el puesto del rastro, me alegran un montón provocando que me salga una sonrisa en la cara. Y lo mejor de todo, es que me transmiten muy buen rollo y optimismo, que además me dura bastante tiempo.
Se desconoce la persona que está detrás de estas obras de arte. Y sí, para mí son obras de arte, porque son trabajos que despiertan una emoción en quién los ve, y esto, tal y como me explicó una vez una amiga restauradora de arte, es la esencia de las obras de arte.
El día que lo hablamos Óscar y yo, descubrimos que nos pasaba lo mismo, que nos encantaban. Lo hablamos con más gente y por lo general todo el mundo coincidía en que les alegraba el camino y les hacía más llevaderos esos infernales atascos de las mañanas.
A principios de Mayo, como no podía ser de otra manera, y a través de nuestro Instagram, quise darle las gracias a esa persona y compartir lo bien que me hacían sentir estos corazones:
Al poco tiempo descubrí que Alicia, una vecina de Alcobendas, recibió a finales de Mayo una carta anónima de agradecimiento por las palabras que le había dedicado también en Instagram, a los corazones y la persona que había detrás:
No sé quién eres, pero gracias.
Gracias por los hermosos corazones con los que decoras el norte de Madrid.
Gracias por el cariño, optimismo y esperanza que desprenden.
Y gracias, mil gracias, por esta preciosa postal que me has enviado sin conocerme#Corazones #M30 #Color pic.twitter.com/4N6zK32BIv
— Alicia Negrón (@Alicia82mad) 24 de mayo de 2018
Y tras esto, cada día más y más corazones van poblando los laterales de las carreteras en Madrid. Personalmente, espero que no dejen de aparecer estas setas que me alegran tanto allá donde las encuentro.
El sábado por la noche estábamos durmiendo, cuando una de las peques nos despertó y después no conseguíamos dormir gracias a un coche que estaba aparcado bajo nuestra ventana de casa, cuyos ocupantes decidieron despedirse con el motor en marcha durante mucho, mucho y demasiado tiempo, tanto que Óscar bajo para pedirles por favor que apagaran el coche. Cuando llegó al portal, estaba la pareja entrando en el edificio de enfrente (¿triunfaría el amor?), y ya que bajó, recogió las cartas del buzón (que no sé vosotros pero nosotros lo hacemos de pascuas a ramos). Os lo cuento así porque os podéis imaginar que bajar a las 3 de la mañana, teniendo que levantarte a las 6:45, no es algo que nos haga dar saltos de alegría.
Pero entre las cartas del buzón había una de color metálico y otra de hacienda :( así que preferí ir a dormir sin abrirlas..
Con más sueño que ganas, por la mañana, al abrir la carta plateada todo ese mal trago que pasamos por la noche se difuminó en milisegundos y en mi cara apareció una sonrisa (que a día de hoy aún no se me ha quitado) y es que he recibido una carta de agradecimiento de la persona autora de los corazones, con unas palabras que me han llegado al corazón.
De verdad, no puedo estar más agradecida.
Que en esta sociedad Madrileña, llena de frialdad, prisas y de acciones solo a cambio de recompensas, una persona dedique su tiempo a hacer estos corazones y además te agradezca tu reconocimiento a su trabajo, de una manera tan personal y cercana sin conocerte, me devuelve a la realidad donde hay gente buena. Esto me da un chute de amor incondicional por el mundo y me emociona enormemente.
Tened en cuenta, que para responderme se ha interesado por el trabajo que realizamos, con mucho esfuerzo y cariño, en SlowFunKids y ha dedicado también tiempo a buscar mi dirección personal.
Quiero devolver el agradecimiento y colaborar expandiendo sus corazones; y el próximo domingo 5 de Agosto (en nuestro puesto del rastro) vamos a hacer algo especial: repartiremos corazones con el fin de llenar el centro de CorazonesM30 (de todos los colores).
Y me encantaría que, aunque sea de incógnito (con gabardina, sombrero y gafas de sol), la persona creadora de los corazones, pasara a vernos y nos conociéramos sin conocernos, reconociéndonos sin reconocernos, pero sonriéndonos.
La verdad es que lo bonito de que sea una persona desconocida es que puede ser cualquiera, lo que me llena más de ilusión cada vez que hablo con alguien desconocido
¿será él? ¿será ella?
¡NOS VEMOS EL DOMINGO!
