Descripción
Éste no es un sonajero al uso, pero con muchos más elementos para su exploración y entretenimiento. Once piezas redondeadas de madera natural acompañadas de 2 alegres cascabeles. Todo ello unido mediante un cordón que se puede colocar a ambos lados de la maxicosi. La madera es de gran calidad y está tratada con aceites naturales. Todo un sustituto de los tradicionales sonajeros de colores de poliexter, que cuelgan de los carritos y que gustan más a padres y madres que al propio bebé.
Sonajero de madera natural GRAPAT que favorece el desarrollo visual y de percepción de la profundidad. Los niños lo miran y prueban a tocarlo, provocando así el balanceo del colgante y dándoles información sobre el espacio y las relaciones causa-efecto.
En el despertar sensorial de los primeros meses los niños buscan comprender el por qué de las cosas, indagan y se preguntan sobre las características de los objetos. Los miran, los tocan, los chupan, los lanzan, los huelen. Los cascabeles de este material nos pueden recordar a un sonajero.
El cordel nos permite colgarlo. Desde ahí el niño empuja con pies y manos el Sonajero Natural balanceándolo de un lado a otro. El juguete se aleja y el balanceo nos permite reencontrarnos con él. Este tipo de juego, juntamente con otros de desaparición (como el ¡Cucú!) son mecanismos de comprensión de la separación. Ayudará a entender la permanencia de los elementos y personas aunque éstos no puedan ser vistos por ellos. La presencia y existencia; y la separación y la pérdida